En la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014, estudiantes de la escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa fueron perseguidxs y atacadxs en diferentes puntos de la localidad de Iguala, en el estado de Guerrero, donde habían tomado autobuses para viajar a la ciudad de México. 

En la cacería participaron policías municipales, estatales y el Ejército. El saldo fue de seis muertxs, 25 heridxs y 43 normalistas desaparecidxs. 

Según el gobierno de Enrique Peña Nieto, lxs estudiantes fueron detenidxs por policías corruptxs en Iguala y entregadxs al cártel Guerreros Unidos, que lxs asesinó e incineró en el basural de Cocula y arrojó los restos en un río, lo que fue denominado como la "verdad histórica" para dar por cerrado el asunto.

Sin embargo, esa narrativa oficial fue derrumbada por los peritajes del Equipo Argentino de Antropología Forense y el grupo de expertxs GIEI auspiciado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, que denunció además serias irregularidades durante la investigación como detenciones arbitrarias y torturas. 

A finales de 2018, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador estableció por decreto la Comisión Presidencial por la Verdad en el caso Ayotzinapa y creó una fiscalía especial para el caso.

A seis años de los hechos, sigue siendo desconocido el paradero de lxs normalistas.

El caso se transformó en el símbolo de decenas de miles de víctimas de desaparición forzada en México.

La fotografía utilizada pertenece a Ana Mombello, comunicadora visual de Argentina. La misma fue tomada en el 2019, en la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, en el marco de una cobertura sobre la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, México.